¿Cómo podemos adaptarnos a los cambios?
Vivimos en un mundo en continuo cambio donde cada vez se nos exige una mayor rapidez a la hora de adaptarnos a este ingente cantidad de cambios. ¿Qué es la adaptación al cambio? La adaptación al cambio es la capacidad que tenemos las personas de sobreponernos a los cambios en nuestra vida con el fin de recuperar nuestra estabilidad emocional y equilibrio psicológico que ya teníamos previamente a que sucediese dicho cambio. Esto puede ser considerado por muchos como una cualidad que les ayuda a afrontar de manera adecuada su día a día.
¿Qué aspectos nos ayudarán a afrontar de manera adecuada los cambios?
Hay que tener en cuenta que todo el mundo tenemos cualidades que nos ayudan a afrontar de manera adecuada los cambios y que no todos usamos las mismas herramientas pero todos podemos hacerlo de manera correcta. Teniendo en cuenta esto, hay que saber que existen características o aspectos que nos pueden ayudar a un mejor afrontamiento de los cambios que tienen lugar en nuestra vida y que son:
- Aceptación del cambio. Este aspecto es de suma importancia ya que muchas veces no podemos ver los aspectos positivos que tiene ese cambio porque no somos capaces de aceptar que no todo cambio puede ser negativo o que las cosas no salgan como preveíamos sea algo malo. Aceptar la nueva situación y no anclarnos en el pasado es primordial para poder llevar a cabo esta adaptación al cambio. Esta aceptación conlleva además la aceptación de que no lo podemos controlar todo, aceptar que todo puede cambiar sin previo aviso y aceptar que hay cosas que no podemos cambiar aunque queramos.
- Búsqueda del bienestar, es otro aspecto fundamental para una adecuado afrontamiento del cambio. Estos sucesos suelen suponer una destrucción de nuestros planes futuros por lo que para adaptarnos a estos cambios es necesario reactivar nuestras ilusiones, buscar nuevas metas y deseos, volver a dibujar nuestra vida futura y desechar la incertidumbre y malestar ha podido generar en un primer momento ese cambio.
A veces para que exista una adaptación al cambio se requiere un cambio en nosotros mismos y, en ocasiones, incluso de nuestro entorno.
¿Cómo sabemos qué debemos modificar para adaptarnos al cambio?
En primer lugar, debemos analizar cómo ha cambiado la situación y qué aspectos nos afecta. ¿Qué exactamente ha cambiado? ¿Esto varía el desenlace o futuro que teníamos pensado?
Luego, debemos preguntarnos sobre las consecuencias de estos cambios, ¿qué supone este cambio en concreto? ¿Nos gusta el resultado que se genera a raíz de este cambio?
Por último, si no nos conseguimos adaptar o sobreponer a este cambio debemos explorar en profundidad qué nos lo está impidiendo, qué aspectos nos hacen que no podamos afrontarlo. Una vez se detecte dicho impedimento o inconveniente deberemos trabajar sobre el mismo.
¿Qué consecuencias tiene el afrontamiento inadecuado de los cambios?
Cuando respondemos de manera desadaptativa a un cambio podemos desarrollar lo que el manual utilizado en psicología (DSM-V) ha denominado trastorno de adaptación (TA). Este trastorno supone una reacción desajustada a consecuencia de una situación psicosocial de carácter estresante, esto ocasiona el desarrollo de un conjunto de síntomas a nivel emocional y conductual que se puede manifestar como estados de ánimo depresivo (sentimientos de tristeza y desesperanza), preocupación, ansiedad, sentimiento de incapacidad para afrontar los problemas, de planificar el futuro o de poder continuar en la situación presente y un cierto grado de deterioro del cómo se lleva a cabo la rutina diaria (puede implicar conductas problemáticas, de riesgo o imprudentes).
La persona que desarrolla este trastorno cree que la situación a la que se tiene que enfrentar es insostenible, no es capaz de encontrarle solución, se siente como atrapada y sobrepasada provocando sentimientos de frustración y malestar