Dependencia emocional en la pareja

Como tratar la dependencia emocional en la pareja

“Yo le necesito, no puedo vivir sin ella”, “Mi vida no tiene sentido sin ella, la quiero tanto”,  “¿Y ahora que va a ser de mi vida?”… Estas son algunas de las frases que más escuchamos en consulta y que nos lleva a pensar que la relación entre esas personas no es sana, estas frases nos llevan a pensar que existe una dependencia emocional entre ellas, o al menos, de la persona que acude a consulta. 

¿Qué es la dependencia emocional? Es un estado psicológico que se produce en una relación personal, esta puede ser familiar, pareja o amistad. La persona dependiente no puede separarse de la persona de la que depende, esto lo hace en muchas ocasiones sin ser conscientes de ello. La persona que sufre esta dependencia emocional suele carecer de autocontrol y presentar un gran malestar cuando la persona de la que depende se aleja de ella. 

En este artículo os voy a hablar de la dependencia emocional más común en consulta, la dependencia hacia la pareja. 

Depender de la persona que se ama es una manera de abandono del amor propio, el autorrespeto y supone la pérdida de identidad propia. Bajo el disfraz del amor romántico, la persona dependiente comienza a sufrir una despersonalización lenta e implacable hasta convertirse en un anexo de la persona amada. 

¿Cómo detectamos que estamos generando dependencia emocional? Esta dependencia es calificada por algunos psicólogos como adicción. Los síntomas que nos ayudan a detectar estas relaciones dependientes son:

  • No soportan estar solas, la distancia tanto física como emocional con su pareja le genera síntomas ansiosos o de estrés. La ausencia de su novio/a, o no poder tener contacto con él/ella, produce un completo síndrome de abstinencia que no ser resuelve con otra “droga”
  • No abandonan la relación por miedo a estar solas aunque sean conscientes de que en esta no son felices. Es decir, aunque la otra persona no nos valore ni nos trate bien nuestra dependencia lejos de disminuir aumentará. En ocasiones, la persona quiere dejar de depender pero pese a sus intentos no consigue hacerlo.
  • Se muestran sumisos ante la pareja, no son capaces de expresar sus opiniones ni de discutir con la otra persona por miedo a disgustarla.
  • Invierte una gran cantidad de tiempo y esfuerzo en poder estar con él/ella.
  • Suelen sentirse inferiores a los demás, que no son suficientemente buenos para su pareja, llegan incluso a obsesionarse con la idea de que su pareja le engañará con otra persona que este “ a su altura”.
  • Sus áreas social, laboral y recreativa se ve reducida y altera. Deja de estar con sus amigos/as por pasar más tiempo con la persona de la que depende. En su área laboral no está entregada/o porque necesita estar con la otra persona para sentirse bien. Deja de hacer aquello que le gusta en su tiempo libre por no verlo más importante que el tiempo que puede estar pasando con la otra persona.
  • El vínculo se sigue alimentando a pesar de tener consciencia de las graves repercusiones psicológicas.

 

¿Por qué sucede este apego dañino?

Existen multitud de factores que influyen en la creación de una relación de pareja dependiente pero entre ellas destacan las siguientes:

  • Vulnerabilidad al daño, el apego produce una falsa seguridad o protección. Lo que se busca es estar a salvo y sólo se cree que se puede conseguir esto estando con la otra persona. Esto a veces esconde una baja autoestima reflejada en frases como “no soy capaz de valerme por mí mismo/a”.
  • Miedo al abandono, el apego produce una falsa estabilidad.
  • Baja autoestima
  • Admiración hacia la persona de la que dependemos.

¿Cómo podemos evitar caer en la trampa de las relaciones dependientes? 

Aquí os damos algunas pautas imprescindibles para evitar la dependencia en la pareja:

  • Quiérete y si no es así busca ayuda profesional que te refuerce tu amor propio
  • Respeta tu vida, tu vida individual. Todo el mundo queremos pasar tiempo con nuestra pareja porque nos gusta estar con ella pero no debemos de olvidar que para ser una “buena pareja” debemos ser felices con nosotros mismos. Esto quiere decir, una pareja debe tener vidas separadas, es decir, respetar sus propias amistades, sus hobbies aunque luego compartan amistades y hobbies.
  • Guía tu vida para que si la otra persona falte no se vea muy trastocada tu vida. Esto se consigue manteniendo tus amistades, luchando por tus sueños y construyendo la vida que quieres.

Recuerda una pareja es una persona con la que compartir la felicidad no la persona responsable de ella. 

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